AMAE DABRA

He aquí uno de mis alter ego. Amae Dabra, la maga de guerra kalendoriana acusada de alta traición, que lleva una máscara para ocultar la marca a fuego que le fue impuesta por su supuesto delito. Pero era inocente, como demostré.

¿A que mola?

Zirbêth.

MIS DOS NIÑAS

Esta es una de mis niñas. Miriel. Estuvo la semana pasada en Amsterdan y me trajo un regalito: un colgante precioso. Esta foto es del día de su cumple.

Y esta es Erendis, mi otra niña-reina de Númenor, aquí vestida de blanco, como corresponde a la Blanca Dama de Emerie.

Y aquí están ambas juntas, como siempre que coinciden. Alegres, risueñas y preciosas. ¡Cuánto las quiero!

Zirbêth.

PRIMERA VEZ

Sé que prometí que mi primera foto sería la de cierto bebé, pero como ya he comentado, he perdido toda la información del ordenador. Hasta que recupere las fotos (Dalreeeeeth) no podré colgarlas. Así que, ahí queda eso. Zirbêth, con sus galas de Éowyn, de muy buen humor tras representar "Éowyn y Faramir", la adaptación-corrupción tolkiendili del clásico de Shakespeare "Romeo y Julieta".

Zirbêth.

A MI ME PARECE QUE LO DEJA CLARO...

En su artículo publicado hoy en el diario El País, el escritor Javier Cercas sugiere estas palabras como breve explicación del pasado de España desde que estalló la Guerra Civil española:

"Había una vez en España una República democrática mejorable, como todas, contra la que un militar llamado Franco dio un golpe de Estado. Como algunos ciudadanos no aceptaron el golpe y decidieron defender el Estado de derecho, hubo una guerra de tres años. La ganó Franco, quien impuso un régimen sin libertades, injusto e ilegítimo, que fue una prolongación de la guerra por otros medios y duró 40 años". Eso es todo. Claro, es un relato simple, incluso simplista, pero ni una sola de las palabras que lo integran es, me parece, falsa, ni traiciona la verdad de la historia. Por supuesto, luego podrían introducirse muchas matizaciones. Podría, por ejemplo, añadirse lo siguiente (un añadido que nos hubiera ahorrado el espectáculo, grotesco si no fuera siniestro, de ver a un veterano de la columna Leclerc y a un veterano de la División Azul desfilando juntos por la Castellana el 12 de octubre de 2004): "No siempre es fácil distinguir la moral de la política, pero a veces es conveniente y hasta útil. Moralmente hubo gente buena y gente mala en los dos bandos, como hubo asesinatos en los dos bandos y en los dos bandos hubo barbaridades y horror e idealismo. Políticamente, en cambio, no hay dudas: los buenos -los que tenían la razón política- perdieron la guerra; los malos -los que no tenían la razón política- la ganaron'.

El artículo al completo me parece estupendo, y me hace preguntarme si realmente fue una casualidad que en todos mis años de colegio e instituto jamás llegásemos a esa parte de la Historia de España.

Zirbêth.

EN MI CABEZA

En mi cabeza banalidad y vanidad están tan cerca, que muchas veces acabo escribiendo ambas con v.

Zirbêth.

UN POCO PLOF, LA VERDAD

Por varias razones, supongo. Primero, porque estoy malita, en plan acaparadora de itis: sinusitis y faringitis. Segundo, porque se me acaban las vacaciones y enrealidad sólo he hecho dos cosas: estar malita y una mudanza. Bueno, y un estupendo paseo al médico con un muy buen amigo (y que está riquísimo, que siempre viene bien alegrarse la vista)m que ha sido de lo mejorcito de la semana. Porque tengo la casa manga por hombro, llena de trastos que no sé ddónde poner. Porque se me ha jodido el ordenador y con él se me han ido montones de archivos, entre ellos la última traducción que estaba haciendo y varios relatos (buaaaaaaaaaaaaaaaa). Porque no he hecho las togas, ni me apetece siquiera hacerlas, aunque eso puede deberse a lo de estar malita, no sé.

Pues, en fin, estoy de capa caída, con la vena autista total, sin querer ver a nadie, ni salir, ni hacer nada. Y tanta medicina me está machacando el estómago, lo cual es un auténtico fastidio. Y estoy rellenita y me han salido granos. Snif.

Ya véis. Millones de seres humanos muriendo de hambre o sida en el mundo (por poner un par de ejemplos) y yo quejándome de estas banalidades. Y no encuentro mi diccionario Collins en cd. Y... y.... y....

Zirbêth, quejica.

PEQUEÑA GRAN TRAGEDIA

La he cagado. Pero bien. Ayer hice algo que bloqueó mi ordenador hasta el punto de no dejarme abrir ni el menú de inicio, y he perdido montones de datos. He tenido que formatear. Los que más me fastidia son los escritos que tenía. Cartas, traducciones, cuentos, relatos y cosas por el estilo que no tenía salvados, de los últimos meses. Qué desastre. ¡Qué error de novata!

Ahora, toca pedir a los que os he mandado cosas escritas por mí que, por favor, me las reenviéis, para ver si hay suerte y recupero lo más importante. ¡Qué desastre!

Zirbêth, en blanco.

SENTIR LO CORRECTO

Hay una especie de máxima que debo tratar de recordar todo el tiempo, pero mi mala memoria me traiciona: antes de dar un paso, asegúrate de sentir lo correcto. Y sabes qué es eso de sentir lo correcto porque ya lo has sentido antes, al menos, dos veces. Y es fácil de indentificar por una sencilla razón: cuando sientes lo correcto, no tienes dudas. Ninguna duda. De hecho, no te planteas si lo que sientes es o no lo correcto.

Zirbêth, aurorefescándose la memoria.

¡QUÉ POCO!

Últimamente casi no leo. Mis momentos de lectura son escasos ya de por sí, pues suelo aprovechar para leer los ratos de transporte público y cuando me voy a la cama. Pero los tres transbordos en el metro camino al curro interrumpen demasiado la lectura, y por las noches estoy tan cansada que raro es el día que aguanto más de cinco páginas. También influye el hecho de tener vida social. He pasado de no tener apenas vida social a quedar constantemente. Eso y el trabajo, que considero en parte vida social. En fin, lo dicho, que leo muy poco en comparación con otras fases de mi vida. Y eso se traduce, por ejemplo, en que no os suelto citas a diestro y siniestro. A que reflexiono menos sobre aspectos de la vida no inmediatos, y le doy demasiada cancha a los relatos emocionales o "querido diario" (como este de ahora, sin ir más lejos). Y no me gusta.

Echo de menos eso de encontrar un párrafo que me haga sonreir, que me ponga la carne de gallina o me deje con el sabor del hallazgo en las pupilas. Y, aunque a veces ocurre así, se me pasa escribirlo. Mierda. Como por ejemplo, cuando el otro día leí en "La comunicación no verbal", de Flora Davis, que algunas personas son bilingües no sólo en el idioma, sino también en los gestos y movimientos de la comunicación no verbal que son propios del lugar de origen del idioma que se habla, llegando algunos incluso a "saber" y utilizar, de manera inconsciente, incluso los "dialectos gesticulares" propios de cada región en que se habla un determinado idioma. Hablaba, por ejemplo, de no sé qué alcalde de Nueva York que cambiaba completamente de lenguaje corporal si daba el discurso en inglés o en castellano, utilizando en cada caso tanto el idioma verbal como el no verbal, de manera que se transformaba por completo su discurso para adaptarse al público y lograba de este modo hacerse entender mucho mejor.

Otra cosa sobre la que he estado reflexionando: algunas personas que conozco o he conocido llevaban a cabo una curiosa transformación funcional. Estas personas, aunque muy capaces en lo que a inteligencia estudiosa se refiere, a nivel emocional mostraban serias incapacidades comunicativas. Por ejemplo, no eran capaces de verbalizar sus emociones de manera que las pudieran comunicar a otros y, así, desahogarse. Ante esa imposibilidad, se produce una curiosa transformación por la cual el problema de no ser capaces de hablar de sus sentimientos se convierte en una virtud moral: la discreción. "No cuento nada porque está mal, porque contar sería ser indiscreto". Pero no se trata de no contar nada por elección, sino de no ser capaces de hacerlo, ni siquiera a sus supuestos mejores amigos. Y creo que no soy la primera persona que dice aquello de que "las cosas hay que hablarlas"...

A mí se me podría aplicar el caso contrario y llegar a pensar que no soy capaz de callarme y disfrazo eso de elección consciente de contar las cosas... Pero eso sería ir demasiado lejos. Puede que cuente cosas, pero ni la mitad de las que no cuento. Eso sí, admíto públicamente que soy una cotilla. Ya lo dice mi nombre: Zirbêth, que en adunaico* viene a significar algo así como "la que ama la historia, la que ama los cuentos o", rizando el rizo, "la que ama las historias de amor".

Zirbêth.

*Adunaico: lengua que hablaban los antiguos numenoreanos** y de la que ya sólo quedan pocos vestigios.

** Numenoreanos: gentes que poblaban la isla de Númenor***.

*** Necesitas leer El Silmarillion y otras obras de Tolkien.

LA PEOR PARTE

Ayer, por fin, hicimos la peor parte de la mudanza. Esa que consiste en cargar una furgoneta enorme hasta arriba de trastos y repartirlos por tres casas diferentes. Llegué al punto A a eso de las dos, y volví a casa a eso de las dos. Doce horas de lo más completitas, y eso que yo no conducía. Muchas gracias tanto a Saruman como a Fiz por darse el palizón conmigo, y también a Al por acercarme al punto A, ese donde todo comenzó.

Y ahora, me vuelvo al punto A, donde la labor debe continuar.

Zirbêth, de "vacaciones".

AVESTRUCES

Lo reconozco. A veces parezco elefante en cacharrería. Llego y suelto lo que pienso diréctamente, sin disfrazarlo ni darle cobertura chocolatada. Sobre todo, si lo que pienso se relaciona con alguien a quien quiero: si alguien ataca a quien quiero, que se prepare.

Pero no cesan de recomendarme que no es buen sistema. Que ir con la verdad por delante trae malos rollos y da sensación de desarmonía.

¿Tengo que decir lo que me parece esa falsa armonía? Porque no soy de las que esonde la cabeza bajo la tierra, cual avestruz. Los problemas rara vez desaparecen o se solucionan mediante el pasivo medio de hacer como si no existieran.

Zirbêth.

POR LO QUE PARECE

Por lo que parece, la prestigiosa (debería entrecomillar eso de prestigiosa, ¿no creéis?; sí, mejor) "prestigiosa" empresa en la que trabajo no tiene, en el centro en que trabajo, nadie que hable inglés de verdad. Me sorprende y dudo de mi propia afirmación, puesto que hay una agencia de viajes, y allí deberían hablar inglés hasta con la boca llena. Pero resulta que, hace dos días, según entré por la puerta dos jefes de departamento me estaban buscando para que hiciese de intérprete con un americano que no hablaba palabra de español. Al parecer, el tipo se ha afincado en Madrid y, tras pasar una temporada en el hotel de al lado del centro, se ha comprado una casa. Debe de soltar pasta a tope, porque estaban todos muy preocupados de si estaba o no satisfecho.

A mí, con perdón, me pareció un tipo un tanto insoportable. O, sencillamente, estaba harto de necesitar a alguien para hacer cosas que normalmente hace sólo, y le fastidiaba esa dependencia. En fin, al final se fue y yo, por fin, pude ir al servicio. Había comido en mi restaurante favorito y estaba que reventaba...

De todos modos, el que cada vez que se encuentren con este problema del idioma me llamen, en realidad no significa nada. En Inglaterra, a lo mejor marcaba la diferencia. Pero en España, estoy convencida de que sólo servirá para que me caigan marrones que jamás me reconocerán y me despidan cuando económicamente no les convenga (es decir, no puedan conseguir ayudas del Gobierno o tenerme allí signifique tener que hacerme fija, vamos). A ver si me saco las opos. Incluso aunque no quiera ir al cole y no me canse de repetirlo.

Zirbêth, anticole.

Zirbêth.

GRIPE

Pero, esta vez, ha sido en el curro. El otro día estuve empacando zapatos para enciar al almacen, cajas y cajas de ellos. Y estaban en un pasillo entre la puerta de personal y la tienda, en corriente continua. Así que, por una vez, la gripe me la ha causado el curro, y no una juerga. Que conste.

Zirbêth.

DICE MI MADRE...

Dice mi madre que últimamente juego al despiste en el blog. Digo sólo a medias las cosas, hablo de un modo enigmático, no cuento pero cuento. Dice que igual deja de leerme porque se preocupa. No lo hago para causar espectación, ni nada por el estilo. Culpen al otoño, que me hace escribir de un modo algo más poético (cogiendo con pinzas estirilizadas eso de "poético", que ya sabéis que no soy nada poética).

Y dice A. que le parece que mi blog es demasiado personal. Que hablo de asuntos sentimentales muy personales. "Es cierto", le contesto. Sé que soy indiscreta al no seguir ciertas normas sociales. Pero siempre me he saltado muchas normas sociales que me parecían artificios demasiado duros de consetir. No sé si me explico. Las normas sociales son necesarias para la convivencia. Lo sé. Pero han de ir cambiando y amoldándose a los seres humanos, y no ser los humanos los que se ciñan a ellas. Muchas de esas normas sociales me parecen demasiado restrictivas, demasiado antihumanas. Por ejemplo: somos seres comunicativos, y podemos elegir qué comunicamos y que no. Pero, muchas veces, esa capacidad de elecciñon se ve absolutamente cohartada por las normas sociales. Y conste que no creo que esas normas sociales sean malas, sean cinturones de castidad así impuestas para hacer daño. Creo, más bien, que son murallas defensivas. Las ciudades, antiguamente, se amurallaban para evitar que los enemigos las arrasaran. Muchas de las normas sociales son barreras defensivas. Por ejemplo, una mujer no debía hablar abiertamente de sexo sin ser catalogada inmediatamente de furcia o similar, y ser por ello marginada en la sociedad. Hoy, afortunadamente, aunque sigue estando mal visto, ya nadie se queda sin vida por hablar de sexo siendo mujer. Por lo tanto, la barrera de seguridad se puede eliminar. Es más, cuanto antes se elimine, antes desaparecerá el castigo social. Creo que están muy relacionadas, las murallas con los castigos. Las medidas defensivas con las actitudes de ataque.

Así, el hablar de mis sentimientos abiertamente no me parece "poco adecuado". Me parece, por el contrario, un acto de rebeldía más que justificado. Ni siquiera cuando hablo de sentimientos negativos o dolorosos. Es más, me parece que hablar de ellos les quita poder sobre mí. Me gusta tratar de desmitificar la discreción/indiscreción. Los secretos son armas tremendas en manos de según qué personas. Y la supuesta discreción no es, demasiadas veces, más que un modo de manipular a la gente: mal informada, callada por esas imposiciones sociales, llega un listo/a y se aprovecha de la situaciñon. Muchas veces, cuando alguien viene y me dice que he de ser discreta y no preguntar o decir quién ha dicho/hecho tal cosa, me revuelvo por dentro: claro, ya; así podréis decir los que os parezca. Si todo se dijese a las claras, otro gallo nos cantaría.

Seguiré, por tanto, hablando abiertamente (aunque a veces no resulte clara, porque ni yo misma lo tenga claro) de mis sentimientos en el blog, como lo hago de todo lo demás: recuerdos, anécdotas, asuntos serios, etc.

Zirbêth, antisocial.

CARÁCTER

Tiene un carácter tan independiente y vitalista, que no me extraña nada lo que está ocurriendo a su alrededor. Un segundo de su mirada fija en tus ojos mientras te da un beso rápido, debe llevar al paraiso, o dejar muy cerca...

Zirbêth.

RECONOCERLO

Estoy tan acostumbrada a esperar que el amor llegue en forma de flechazo, que tengo serias dudas acerca de si seré capaz de reconocerlo si decide llegar de otro modo.

Qué más da. El dolor aún da coletazos...

Zirbêth.

NO QUIERO IR AL COLE

No, no quiero. Quiero quedarme en casa, dormir un rato más, escribir algo más en el blog, leer blogs que hace mucho que no leo, leer un rato en la camita, calentita, ponerme una peli y coser con la estufa en los riñones. Escribir a un montón de amigos a los que no escribo por falta de la combinación tiempo-energía-inspiración, ...

En fin, que quiero tiempo libre para descansar, aburrirme un rato y hacer cosas, aparte de lo que ya hago (que tampoco está mal).

Zirbêth, quejica.

NIVELES DE AMISTAD

Llevo varios días dándole vueltas en la cabeza a un asunto que, creo, me inquieta: mi amistad hacia determinadas personas. Hay varias personas de mi entorno de amistad a las que tengo mucho cariño, son mis amigos, pero reconozco que no lo soy tanto. Me cuesta explicarlo. Las aprecio, pero muchas veces las rehuyo. Me caen bien en muchos aspectos, pero en otros me resultan francamente insoportables (dioses, que palabra más dura para algo como esto). Creo que ninguno de ellos lee este blog, aunque no estoy cien por cien segura.

Una de las razones por las que sé que no soy todo lo buena amiga de ellos que debería es porque no les hablo con la claridad que suelo hacer con quienes sí reconozco plenamente como mis amigos. A veces digo las cosas crúdamente, pero lo compenso con mucho afecto y amor, que con estos cuasiamigos no me sale. No me sale ni lo uno ni lo otro, ni la sinceridad ni el abrazo espontáneos. Cuando ya llevo un rato con ellos, se me enternece el corazón, pero muchas veces les, como decía, rehuyo. Prefiero hacer cualquier otra cosa a hablar o estar con ellos. Me siento cohibida, no sé. Por un lado, me siento mal por no estar más con ellos (porque ellos sí que, creo, quieren estar conmigo mucho y su amistad es más entera), pero por otra siento verdadero alivio cuando "me libro" de ellos.

En fin, supongo que es normal. No debería darle tantas vueltas. Probablemente, se las siga dando.

Zirbêth.

CEREZAS MADURAS

Me he estado fijando. No sólo he mirado, sino que he observado hasta descubrir que no me sacio de ellos. Son de ese color rojo oscuro de las cerezas maduras, y no dejo de preguntarme: ¿serán también igual de dulces?

Zirbêth.

HOY TOCA MUDANZA

La torre de Orthanc se va a quedar vacía. Esta tarde tenemos que ir y desalojarla. Es decir, tarde de empacar, trasladar y, lo que es peor, no poder descansar. Estoy cansadísima. Necesitaría estar hoy en casa, tranquila, pero no, no va a poder ser. Tengo la cocina que da miedo verla, los hamsters necesitan que les limpie las jaulas, tengo que coser otra camisa, poner una lavadora, recoger otra, hacer algo de limpieza en general. Pero no va a poder ser. Y mañana, al curro temprano y por la tarde he de ir a hacer unas cosillas. Cómo me gustaría vivir con mis padres y tener la logística solucionada, como tantos amigos jovencitos. Pero eso es soñar y pedir peras al olmo. A ver si, para eso de las 10 de la noche, estoy en casa y puedo, al menos, fregar los platos. Ahora, si me disculpan, me voy de mudanza.

Zirbêth.

NADA QUE DECIDIR

Simplemente, seguiré tal cual estoy. La verdad es que nada ha cambiado tanto, que las impresiones se ven magnificadas en ciertos momentos y que yo, sencillamente, sigo más o menos como siempre. Pero de muy buen humor, eso sí.

Pero, lo asumo, aún necesito una temporada de vacaciones emocionales. No estoy para tener una relación con nadie. Aunque, al menos, empieza a apetecerme, que ya es algo.

Zirbêth.

GATA SIN BOTAS

Horas de trabajo en pie me dejaron los pies destrozados. Pero no quise renunciar a ponerme las botas altas de vinilo. Me apetecía, en la línea de estos últimos tiempos, ponerme guapa y extraña, a un tiempo. Pero, previsoramente, me llevé en una bolsa los zapatos planos, para cuando la comodidad superase a la belleza en mis necesidades inmediatas. Cosa que ocurrió a eso de las cuatro de la mañana, más o menos.

A las ¿siete?, nos fuimos a casa. Me recuerdo cogiendo la bolsa de las botas un instante, pero reconozco que no tengo ninguna memoria de mí misma llevándo la bolsa en que iban en la mano una vez estuve fuera del Metalmorfosis. Fui consciente de que no las llevaba en algún momento entre estaciones de metro.

Ahora, soy gata sin botas. Al menos, sin botas altas de vinilo.

¿Alguien me regala unas?

Jajaja.

Zirbêth, descansando un poco.

Pd/Como muchos de mis lectores y amigos saben, esta anécdota es del sábado 29 de octubre. Es decir, que no tiene que ver con que hoy me haya quedado en casa. El martes noche tras trabajar cené fuera y al volver al coche me calló la del pulpo en lluvia copiosa. Eso, más el frío que pasé el miércoles por la mañana y medio día al ir al Leroy Merlín, son lo que me han provocado la fiebre.

De todas formas, he de moderar el ritmo. Sobre todo porque ya ha llegado el frío...

¿Y AHORA QUÉ HAGO?

¿Eh?, Sí, decidme. ¿Qué hago? Me siento incapaz de decidir, y me da miedo dejarme arrastrar por las mareas. Así, mareas, en plural.

Zirbêth.

TIENE RAZÓN

Purga tiene razón. La Zirbêth que conoció hace un año ya habría dicho algo acerca de los disturbios en París. O de los problemas de los vecinos en Crevillente. O sobre, quién sabe, el atentado en Ammán... Estoy descuidando un tanto esa faceta mía. Inlcuso hablo menos de los libros que me leo...

Pero hay una sencilla explicación: me falta tiempo para todo, porque ando embarcada en asuntos personales y smiálicos que me absorben. Dejé la medicación, y eso tiene un precio: la intensidad me atrapa. Un placer y un quebradero de cabeza. Todo. Disculpen si disfruto, mucho, de ambos aspectos del problema.

Zirbêth.

SUEÑO...

...que, por una vez, me enamoro de alguien que me quiere de verdad.

Zirbêth.

ESTAMPA OTOÑAL

Imaginación no me falta, así que, pese al edificio horroroso de ladrillo visto que limita mi vista por la venta, y al raquitismo de uno de los árboles, puedo disfrutar a la vez que leo y escribo del Otoño otoñal. El viento mece las ramas arrancando hojas de colores pardos. Personas abrigadas caminan con la cabeza hundida entre los hombros, protegiéndose del frío. Tras el cristal, abrigadita, con el calefactor puesto, estoy sentada, soñando despierta.

Zirbêth.

HOY

Hoy no voy a ir a trabajar, por varias razones. Me duele la garganta y creo que estoy en ese punto de, o me doy un respiro, o me pongo malita de verdad.

Pero, sobre todo, porque necesito un descanso mental, un momento de reflexión y serenidad mientras hago cosas que podríamos llamar mecanizadas y logísticas: ordenar, coserme las camisas del trabajo, limpiar el baño. Ya sé que, para mucha gente, esas cosas pueden resultar tediosas, pero a mí el ordenar por fuera me sirve para ordenar por dentro, y creo que ha llegado el momento de tomarme unas horas para eso. Mi vida, hace unos meses rayante en lo insulso y decididamente tediosa, está dando un vuelco, un giro de ciento ochenta grados. Necesito sentarme a pensar, aunque sólo sea metafóricamente, puesto que estaeré limpiando, cosiendo, ordenando y quién sabe qué más.

De paso, mi organismo se recuperará un poco. Que menuda caña le estoy metiendo últimamente...

Zirbêth, recuperando energías.

Y ENTONCES...

Algo sucede, algo no previsto, y todo ha de ser replanteado, vuelto a estudiar, entendido, asimilado. No sé qué pasa, ni qué pasará. Pero me gusta que esté pasando...

Zirbêth.

LO OLVIDABA...

Esa canción, te la dedico a ti.

Zirbêth.

INCESANTE ALETEO

Sí, eso siento. Me lo produce esta canción.

Shiver

So I look in your direction
But you pay me no attention, do you?
I know you don't listen to me
'Cause you say you see straight through me, don't you?

But on and on, from the moment I wake
'Till the moment I sleep
I'll be there by your side
Just you try and stop me
I'll be waiting in line
Just to see if you care

Did you want me to change?
Well I changed for good
And I want you to know
That you'll always get your way
I wanted to say...

Don't you shiver
Shiver
Sing it loud and clear
I'll always be waiting for you

So you know how much I need you
But you never even see me, do you?
And is this my final chance of getting you

But on and on, from the moment I wake
'Till the moment I sleep
I'll be there by your side
Just you try and stop me
I'll be waiting in line
Just to see if you care

Did you want me to change
Well I changed for good
And I want you to know
That you'll always get your way
I wanted to say

Don't you shiver
Don't you shiver
Sing it loud and clear
I'll always be waiting for you

Yeah I'll always be waiting for you
Yeah I'll always be waiting for you
Yeah I'll always be waiting for you
For you
I will always be waiting

And it's you, I see
But you don't see me
And it's you, I hear
So loud and clear
I sing it loud and clear
And I'll always be waiting for you

So I look in your direction
But you pay me no attention
And you know how much I need you
But you never even see me

Coldplay

Es decir...

Miro en tu dirección
pero no me prestas atención, ¿lo haces?
Sabes que no me escuchas
porque dices que ves a través de mí, ¿no lo haces?

Pero sigo y sigo,
desde el momento en que despierto
hasta el momento en que me duermo
estaré a tu lado.
Tan sólo intenta pararme
te esperaré de frente
sólo para ver que te importo.

¿Querías que cambiase?
Bien, he cambiado a mejor.
Y quiero que sepas
que siempre conseguirás salirte con la tuya.
Y quiero decirte...

¿No tiemblas?
Tiemblas, tiemblas...
Lo canto alto y claro
Siempre te esperaré.

Sabes cuánto te necesito,
pero ni siquiera me ves nunca, ¿o no?
Esta es mi última oportunidad para conseguirte.

Pero sigo y sigo,
desde el momento en que despierto
hasta el momento en que me duermo
estaré a tu lado.
Tan sólo intenta pararme
te esperaré de frente
sólo para ver que te importo.

¿Querías que cambiase?
Bien, he cambiado a mejor.
Y quiero que sepas
que siempre conseguirás salirte con la tuya.
Y quiero decirte...

¿No tiemblas?
Tiemblas, tiemblas...
Lo canto alto y claro
Siempre te esperaré.

Yeah, siempre te esperaré.
Yeah, siempre te esperaré.
Yeah, siempre te esperaré.
Por tí,
siempre esperaré.

Y eres tú, te veo
pero tú no me ves.
Y eres tú, te oigo,
tan alto y tan claro.
Lo canto alto y claro,
y siempre estaré esperándote.

Así que miro hacia ti,
pero no me prestas atención
Y sabes cuánto te necesito,
pero tú ni siquiera me ves nunca...

Zirbêth, temblando.

LA OCASIÓN PERFECTA

He llegado a la conclusión de que esta es la ocasión perfecta para comportarme como una adulta. Para demostrar que lo soy, que el autocontrol está a mi alcance y que Drunna, por más divertida y vitalista que pueda parecer, no es sino una alocada resistente a la maduración. La quiero, pero resulta a estas alturas un anacronismo.

Así que nada. Voy a tomar de nuevo el control, totalmente, y a evitar el dulce arruyo de la tentación. Tengo una mereth que coorganizar, un trabajo que sacar adelante, unas clases y, sobre todo, una vida que encarrilar. Más. Es el momento de elegir y actuar en consecuencia y, por más que me gustaría seguir la vía de las apetencias, voy a caminar por el camino de baldosas azules de la responsabilidad. Lo cual no quita que, de vez en cuando, le de alguna alegría al cuerpo. Una salida, una fiesta, unos besos robados... Aunque, la verdad, tengo cinco largos meses para disfrutar de la mereth. Y hay pocas cosas tan buenas como una mereth.

Zirbêth.

EN EL FONDO...

En el fondo, todos funcionamos del mismo modo. Queremos algo mientras no podemos conseguirlo, pero cuando por fin es nuestro, lo dejamos pasar, incluso podemos llegar a despreciarlo. Y luego, cuando lo perdemos, venimos con las lágrimas y el arrepentimiento. Leí el otro día en el periódico el titular de un artículo: "Estamos dominados por nuestras emociones y por el entorno". No me leí el artículo, entono el mea culpa, sin complejos. Me dediqué a pensar por mi cuenta en la frase, y no podía menos que darle su cuota de razón.

Como egocéntrica reconocida que soy, me puse en el ojos del microscopio y me vi totalmente dominada por el Otoño y las emociones que a él suelo vincular. La oscuridad acapara horas y me arrastra con ellas. Es una marea, un flotar muy parecido a un día brumoso.

Creo que inquietante es la palabra del día.

Zirbêth/Drunna.

ABSOLUTAMENTE INAPROPIADO

Pero está ocurriendo. Drunna está tomando el control. No voy a negar que me preocupa, que me inquieta sobremanera, pero, a la vez... Por todos los Valar, ¡qué viva me hace sentir...!

Zirbêth.... Drunna.

COLDPLAY, U2, METALLICA

Y otros muchos grupos. Hay músicas que vienen con la estación del Otoño, como las hojas secas, el viento, los primeros fríos. Su ritmo, su profundidad sonora, no sé cómo explicarlo.

Hay músicas que me remueven las entrañas. Son una marea inquietante. Son muy peligrosas.

Zirbêth.

Y AHORA...

Ahora no puedo escribir. No, no, no...

Zirbêth, necesitas dormir.

MÁS DE UNO, Y DE DOS

Primero, he borrado el post anterior por que, tarde, demasiado tarde, me he dado cuenta de que el post de anteanoche (o cuando fuese) podía molestar a alguien. Y nada más lejos de mi intención, de verdad.

Lo que pasa es que me temo que voy a necesitar más de un Alka-Seltzer. Más de uno y más de dos...

O, con suerte, se trata sólo de que necesito dormir más y centrarme un poco. En ciertas condiciones, uno no puede sino ver espejismos.

Zirbêth.

AY, AY, AY...

Miedo me da. Me está volviendo a doler la garganta bastante... Veremos si no estoy cogiendo algo otra vez.

Zirbêth.

COMO LAS NIÑAS BUENAS

Porque, está claro, últimamente no soy una niña buena. Pero hoy, y como excepción excepcional, me voy a ir a la camita a dormir en breves momentos. Necesito recuperar fuerzas. Necesito charlar con la almohada en serio, si es que se deja. Últimamente me lleva a lugares extraños, difíciles de describir e incluso de recordar con suficiente coherencia.

Mañana, será otro día. Mañana, tal vez, esté en un estado menos onírico, más terrenal. Buenas noches, señoras y caballeros. Voy a entregarme a los brazos de Morfeo.

Zirbêth, muerta de sueño.

AL FINAL...

Al final, creo que voy a optar por el Alka-Seltzer...

Zirbêth.

TRADUCCIÓN

Di tus oraciones pequeño
no olvides, hijo
incluir a todo el mundo.

Métete en la cama,
abrígate dentro,
mantente libre de pecado
hasta que llegue "Sueño"*.

Duerme con un ojo abierto,
agarrando bien la almohada.

Salga la luz,
entre la noche,
coge mi mano
hasta que dejemos la tierra de nunca jamás.

Algo va mal,
apaga la luz,
pensamientos pasaroso esta noche
y no son acerca de Blancanieves.

Sueños de guerra,
sueños de mentiras,
sueños de dragones de fuego
y de cosas que te morderán.

Duerme con un ojo abierto,
agarrando bien la almohada.

Salga la luz,
entre la noche,
coge mi mano
hasta que dejemos la tierra de nunca jamás.

Ahora que me voy a acostar, (voz siniestra masculina)
Ahora que me voy a acostar, (voz de niño)
ruego al Señor que cuide de mi alma.
ruego al Señor que cuide de mi alma.
Si muero antes de despertarme,
Si muero antes de despertarme,
ruega al Señor para que se lleve mi alma.
ruega al señor para que se lleve mi alma.

Shhhhh, peqieño, no digas una palabra,
y no te preocupes por ese ruído que escuchas,
sólo es la bestia bajo tu cama,
en tu armario, en tu cabeza.

Salga la luz,
entre la noche,
grano de arena.
Salga la luz,
entre la noche,
estamos dejando la tierra de nunca jamás.

(Traducir canciones no es lo mío, pero creo que el mensaje está claro).

*Sandman, quien derrama arena en los ojos para que nos durmamos. Sueño, de los Eternos, el cómic de Neil Gaiman.

Zirbêth, con un pie en la tierra de nunca jamás...

PUES VA A SER QUE NO...

No me he enamorado de nadie, aunque sí estoy viviendo una especie de romance con la vida, en general. Después de unos meses entre estresantes (los primeros) y sencillamente horribles (los últimos, [y los menos, a Eru gracias]), por fin empiezo a ver de nuevo la luz entre las copas de los árboles del bosque. Y amo los bosques. Sobre todo, cuando cubren montañas y el viento se desliza entre las miles de millares de ramas y hojas.

Aunque siento una especie de revoloteo de alas de mariposa en el estómago que me tiene desconcertada (y distraída), y dudo entre dejarlas danzar o tomarme un Alka-Seltzer...

Zirbêth, mmmmmm...

MENUDO RITMO

Este fin de semana, mejor dicho, puente, he dormido un número de horas que, se mire como se mire, ha sido totalmente inaceptable. El sábado salí (a eso de las dos de la mañana), y no me dormí hasta las nueve y media. Me levanté al cabo de una hora para ir a la reunión del smial y me acosté a las dos de la mañana del día siguiente. Y el lunes, ya con déficit serio de tiempo de descanso, nos fuimos a ver "La novia cadaver" disfrazados como corresponde a la tradición americana (luego rajo de, pero me proponen disfrazarme y pisoteo mis principios morales, ya veis XD). Yo fui de Muerte, la hermana de Sueño, de los Eternos. Luego, fiesta en casa, peli hasta las siete de la mañana, charla y más charla, más cine, comidas basura varias y, así, hasta las diez de la noche del martes. Hoy, como imaginaréis, no he sido demasiado persona. Últimamente vengo observando que cuando no he descansado debidamente noto como si perdiese el equilibrio. Sa mal rollo.

En fin, dejo esto, que parece un "querido diario" versión juerguista.

Zirbêth.

HAY ALGO...

Hay algo en lo que soy de lo más inmadura. Hay rachas en las que, aunque sé que por edad y lógica debería hacer uso del autocontrol, resulta que lo dejo en el cajón con bolitas de alcanfor. Sé que no me conviene, que no debo hacerlo, que es un error desde más de tres puntos de vista distintos (x, y, z), que tengo mejores cosas que hacer y deberes obligatorios, que debería esperar, que no debería cometer los viejos errores de siempre, que... Y es precisamente porque no debería que estoy disfrutando tanto.

En situaciones como esta siempre me acuerdo de Sabrina: el personaje de "La insoportable levedad del ser" cuyo mayor placer radicaba en traicionar precisamente aquello que más importante era, aquello que, supuestamente, más amaba o debería amar.

Maldita sea, otra vez esa palabra: "debería".

Zirbêth, flotando, dejándose arrastrar por la marea.