lunes, enero 28, 2008

LUNES


Me ha llegado al alma...

Zirbêth, modo "no quiero ir al cole" on.

domingo, enero 27, 2008

¡LO CONSEGUÍ!

La verdad es que ya estaba desanimándome. Asumía que lo de encontrar habitación en piso compartido iba a llevarme meses. Así que el viernes me fui a ver un piso con cuerpo de Operación Triunfo: otro casting. Porque se trata de eso mismo, no nos equivoquemos. Tú vas, ves el zulo que te ofrecen, o la habitación, si hay suerte, y sopesas las posibilidades. Te preguntas aquello de "¿me veo viviendo aquí?". Observas sonriente a las personas con las que te tocará convivir si te quedas, y ruegas a los cielos para quen sean todo lo normal que parecen.

Este viernes, las esperanzas, pues, eran pocas. De hecho, estaba tan cansada que sopesé varias veces la posibilidad de no ir. Total, para llevarme otra decepción... Pero el día transcurre bien, al final no estoy tan cansada, así que salgo con un compi y me voy caminando tranquilamente mientras me zampo un pepito de chocolate con la misma cara de placer que si Hugh Jackman me estuviese dando un masaje mientras degusto una suculenta langosta. Respiro el aire fresco (aunque contaminado) de la calle, disfruto del simple hecho de caminar. Cuando por fin llego estoy en un estado mitad emoción, mitad resignación. Ya me han dicho tantas veces que me llamarán; tantas veces me he encontrado con casas horrendas con precios exhorbitados...

Me alegra ver que el piso es grande, como decía el anuncio. Está limpio, tiene muchas ventanas que dan a los Jardines del Moro. La cocina, el baño y el salón son espaciosos. El que sería mi dormitorio me encanta. Necesita pintura y mis muebles, pero es grande, con un ventanal enorme y techos altos. Me voy poniendo nerviosa y empiezo a decir tonterías. Tienen un gato, así que jugueteo con él, mientras digo y hago el payaso. El portavoz me cae bien desde el primer momento. El otro chico apenas habla, pero se ríe de mis tonterías. Le saco chiste a todo, no puedo evitarlo.

Cuando me voy a ir, me dicen que esa misma noche decidirán y que me llamarán en caso de que sí. Me cuesta irme: el sitio es lo que estoy buscando. Ya en la calle, siento cierta desilución de carácter preventivo. Por si no me llaman, no sé. Pero justo bajo el paso a nivel de Plaza de España, noto la vibración del móvil en el bolsillo del abrigo. El corazón se me acelera al ver el número: son ellos.

Me piden que, si no estoy muy lejos, vaya de nuevo, a tomar algo: tienen que hablar conmigo. Por el camino me voy preguntando que es eso que tienen que decirme. ¿Harán rituales satánicos? ¿Reunión de tapers de los miércoles? Muy serios, me dicen que me han dicho una mentira, pero que lo hacen en general para que no vaya cualquiera a ver el piso. El precio no son cuatrocientos euros al mes: ¡son trescientos! La verdad, entiendo los motivos: quieren a alguien dispuesto a pagar más, porque así se aseguran que exigirá más y que podrá pagar lo que piden (en principio).

Aún no me lo creo. ¡Ya tengo piso en Madrid! Aunque, hasta que no esté allí, pintando la habitación e instalándome, no me lo voy a acabar de creer. La verdad, estoy muy contenta. Mucho, mucho, mucho.

Zirbêth.

sábado, enero 26, 2008

ESCALOFRIANTE, OIGA

Sábado por la mañana. Me despierto después de cinco horas de sueño más de las que normalmente me puedo permitir. Aún me siento cansada. Han sido dos semanas muy intensas. Pero quiero ir al banco a ingresar la reserva para el próximo rol en vivo, que entre semana no he tenido la posibilidad.

Cuando vuelvo, la música está a todo volumen. Los fines de semana son dominio de los decibelios: hoy toca Nat King Cole. Normalmente, me aislo de la música. Sólo me molesta alta si ya he comido y me voy a mi cuarto. Pero, no sé, esta vez, escucho. Son canciones que ya conozco, que he escuchado montones de veces, pero hoy me fijo en la letra. Nat canta:

"Si Adelita se fuera con otro
la seguiría por tierra y por mar.
Si por mar en un buque de guerra,
si por tierra en un tren militar."


"Madredelamorhermoso", le digo a mi madre. Me mira inquisitiva.

-Ojo al mensaje: si te vas con otro, te perseguiré por tierra y por mar, con toda la fuerza de las armas. Ríase usted del acoso a simples golpes, esto es mucho más serio.
-Es una canción, mujer -me dice mi madre. -La seguirá porque está enamorado.
-No, no, la seguirá si se va con otro. Acoso puro y duro, amenazas de lo más salvajes.

Mi madre se parte de risa. El tono de mis alegatos está hecho para eso, para reirse.

-Pedaaazo de halago: te quiero tanto que si me dejas por otro te daré caza con todo un ejército, como si fueras el mismísimo Bin Laden. Luego, nos extrañamos de la violencia doméstica, no te digo.

Estoy de broma, sí. Es sólo una canción, sí. Pero ya lo he dicho muchas veces: las canciones normalizan y hacen parecer aceptables e incluso deseables comportamientos tremendamente dañinos. Desde esta persecución armada de la copla mexicana, hasta las horribles canciones pop que aseguran que sin el amor de X, la vida de Z (generalmente yo), no tiene sentido. Me encanta Amaral, pero eso de "sin ti no soy nada" me parece intelectualmente vomitivo. Eso, eso, adoctrinemonos voluntaria y gozosamente.

Luego, nos quejamos de como va el mundo...

Zirbêth, sarcasticofestiva.

miércoles, enero 23, 2008

OLVIDO CONVENIENTE

Todos conocéis el chiste: Moises baja del monte Sinaí con las tablas de los mandamientos, pero justo cuando va a anunciar la palabra de Dios "Aquí os traigo los quin...", se pisa la túnica y una tabla se le cae y se hace migas: "...los diez mandamientos".

Sé que mi atéismo convencido no justifica mi desconocimiento cultural de la religión católica. No sé si los pecados capitales se derivan a no de los mandamientos de la ley de Dios. Pero, como sin duda están relacionados de alguna manera, seguiré con el "chiste".

Muy oportuno el tropezón de Moises. Porque en esa tercera tabla estaban descritos los mandamientos que están más relacionados con el también ausente octavo pecado capital: el ansia de poder. Seguro que ponía algo como "No te apropiarás del prójimo", o "no tomarás esclavos". También debería decir algo así como "respetarás la vida y el libre albedrío ajenos", y "no desearás dominar a tus semejantes, ni te sentirás superior a ellos".

Moises, aunque la peli de los Diez Mandamientos lo pinte tan buenazo, seguro que bajando el monte se releyó los mandamientos y decidió que Dios, pese a su infinita sabiduría, sin duda se había extralimitado. Así que lo del tropiezo con la túnica, no os lo creáis. Estoy convencida de que tiró la tercera tabla con toda la intención. Podría haberla tirado antes, me diréis, pero es que estaba deslumbrado y atontado aún por los efectos especiales de la aparición metafórica divina. Nadie le avisó de que se puesiera gafas protectoras, como esas para ver eclipses o trabajar con un soldador. Así que para cuando pudo leer, ya estaba llegando abajo, y decidió montar el numerito.

A aquellas alturas de la (mitológica) historia, Moises ya le había cogido el gustillo a eso de que le obedecieran, siguieran sus dictados, le admirasen y demás prebendas del poder. Seguro que, además, había practicado algún que otro acto de prevaricación, había prometido ovejas a fulanito si le apoyaba contra menganito, y a saber cuántos otros trapicheos. Hasta tendría ya elegido delfín y sucesor, que oportunamente habría pactado con pingües beneficios para ambos.

"¿Cómo" -se dijo- "voy a conseguir que cumplan los mandamientos si no uso el poder para imponerlos?". Sospechó que Dios había sido demasiado optimista a la hora de confiar en el libre albedrío de sus creaciones, y decidió enmendarle la plana. Así, se constituyó en "autoridad moral" (para eso le había elegido a él Dios de entre el resto de su "pueblo elegido". El libre albedrío, para los que se lo ganen... por lo medios que sean. "Es más: las mujeres, nada de libre albedrío, que para eso son seres inferiores".

Así, el libre albedrío quedó absolutamente devaluado, mera figura literaria para la mayoría de las personas, y reducido a cuestiones tales como "¿la gamecube o la wii?". Porque, qué duda cabe, sopesar siquiera la posibilidad de que, por ejemplo, las mujeres decidan, ante un embarazo indeseado, seguir o no adelante con el mismo, es impensable. Está bien tratar de prohibir que millones de personas se protejan contra el sida usando condones, causando dolor y muerte por doquier, por ejemplo. Pero deshacerte de un puñado de células que tan sólo son un embrión, no un ser humano... Eso es impensable.

Pecado, pecado, pecado.
Inmoralidad, inmoralidad, inmoralidad.
Culpa, culpa, culpa.

Palabras todas para imponer ideas, para controlar pensamientos, para reducir la libertad, para limitar e incluso evitar que las personas reflexionen, crezcan, piensen y decidan por sí mismas. El gran "tú lo que tienes que hacer..." paternalista, por "nuestro bien", que nos deja anclados en una especie de infancia del pensamiento para facilitar el dominio que les ayudará a mantener su poder.

Zirbêth, que viene de la manifestación contra la criminalización del aborto y de firmar el manifiesto "Yo también he abortado" en respuesta al acoso al que un juez ha sometido a varias mujeres que, en su momento, abortaron.

*A quienes seáis creyentes: procurad no sentiros ofendidos por esta fabulación ni por mis ideas laicas. Como dice Hugo, no es que no sea respetuosa con vuestras creencias religiosas, sino que probablemente no estáis acostumbrados a que hablemos desde nuestras creencias laicas. Y recordad que no trato de imponer el aborto a nadie, sino de reclamar mi derecho a decidir.

jueves, enero 17, 2008

POR FIN

Tengo Festín de Cuervos desde antes de acabase el 2007. Por fin, lo he podido empezar. Cuando aún no había salido, me puse a releer los tres libros anteriores, para tener fresca la historia completa en la memoria. Luego, entre la neumonía y el buscar piso, he ido bastante lenta en la lectura, y no ha sido sino hasta el día diecisiete de enero que he podido empezarlo. Para colmo, estoy tan cansada que me duermo a las pocas páginas.

Es lo normal en mi día a día. Estar tan cansada que apenas me queda energía para leer unas pocas páginas antes de caer dormida. No recuerdo apenas otra época en que, queriendo leer, pudiese hacerlo tan poco. Pero es que estoy que no paro en el curro, con todo el trabajo que se me atrasó al estar malita y las vacaciones, por la web nueva, el comienzo de año, FITUR... Aunque me han cambiado el horario, a las seis y media que salgo me voy a mirar pisos, así que acabo llegando a casa tan tarde o más que cuando salía a las siete y media. ¡Me canso sólo de contároslo!

La búsqueda, para colmo, está siendo infurctuosa, más o menos, por el momento. No quiero quedarme en cualquier sitio. Quiero encontrar algo que sea verlo y decir "¿dónde hay que firmar?". Donde la habitación me gusta, la gente no me convence, cuando la gente me cae bien, la habitación no es lo que busco, y cuando más o menos ambas cosas encajan, descubro que la ruta hasta el trabajo es demasiado larga. No hablemos ya cuando pregunto si me dejarían tener gato... Quizás pido demasiado, pero, ya que estoy buscando, ¿no es mejor tratar de reunir todos los requisitos antes de dar el pesado y costoso paso de mudar?

Ayer vi un piso que, aunque la habitación no es muy grande ni tiene demasiado espacio de almacenamiento, la verdad es que me gustó bastante. Tiene una enoooorme terraza, y piscina para el verano, todo en un edificio de menos de cinco años. Los chicos con los que compartiría me parecieron majetes, y el estado de la casa era muy bueno, incluso en limpiueza y tal. Es uno de los que tienen posibilidades.

En un rat, me voy a Madrid a ver un estudio en el que viviría yo sola. Eso sería genial, pero habrá que ver el espacio en sí. Una cosa es que tu cuarto tenga menos de quince metros cuadrados, pero luego haya un salón y tal, y otra que en veinte metros tengas que hacerlo todo. En fin, ya veremos qué tal.

Lo que no cambia en estos días es la sensación de cansancio y de no tener tiempo para nada que me guste. Eso sí, cada día me gusta más mi trabajo. Ojalá pagasen un poco mejor...

Zirbêth, moderna montaraz.

ESTUPIDECES

He leído en el periódico que Zapatero dice que en su supuesta próxima legislatura vamos a superar a Francia en PIB.

A ver, señor presidente. Yo de PIB entiendo poco, pero de llegar a fin de mes ya es otra cosa. Y puestos a alcanzar a los franceses en algo, que sea en el sueldo base, que anda por los mil ciento cincuenta euros al mes, y luego preocúpese de lo demás.

Eso sí que sería una buena promesa electoral. Y un gran avance para la economía, familiar, individual y grupal.

Zirbêth.

domingo, enero 06, 2008

MI MAYOR SECRETO

Yo, cómo tú... Pues va a ser que no. No me estriño. Tampoco sueño que estoy sola, ni con gente chiquitita que se abanica, y mucho menos quiero el coche ese, ni ningún otro. No me importa lo que diga Rosario Flores: el alma no pesa, es un concepto romántico, no algo real. Nunca me ha gustado el naranja, pero lo de ING clama al cielo: aburrimiento y hartura del dichoso banco. Barcelo Cream o, mejor, orujo reconcentrado, es lo que se tiene que haber bebido el publicista si se cree que esa tía imponente y superbien vestida va a mirar dos veces el tipo ese de la camisa vieja y arrugada con los ojos azules retocados por ordenador: el look guarrete desastrado sólo le funciona a Aragorn, o a Sayer. El día que me compre una Fatboy, será de las de verdad: no he bebido tanto esta navidad como para caer en lo de los fascículos. La playa que promociona Andalucía no ha estado así de vacía con ese sol desde que los cristianos echaron a los moros: no cuela. Ya os he dicho que paso de coches, ¿qué os hace pensar que unos tipos bailando en plan rídiculo lograrán que cambie de idea? Como no puedo evitar los resfriados (ya se encargan los aires acondicionados y calefactores de la oficina de ello), voy a optar por pasar de tener perro. Es que el Frenadol siempre me supo a rayos. Las cosas importantes necesitan hacerse con mimo: para echar un buen polvo lo impresindible es la firmeza. Vale, será más seguro, más sano, y todo lo que queráis, pero el spray auditivo ese no da tanto gustirrinín como los tradicionales palillos de las orejas. ¿Os habéis dado cuenta de que el anuncio del disco de Tamara hace coincidir el título Perfecto con ella diciendo pecho? No cuela que sea casualidad, y es en vano: las únicas tetas que me satisfacen son las mías. A ver, al responsable de los salvaslips esos que van con cualquier braga que te pongas: ¿era una competición con los del coche a ver quien bailaba más ridículo? No me extraña que no se le mueva el salvaslip, si se lo está sujetando con las manos desde los bolsillos. Me habéis convencido: por todos los medios evitaré que mis hijos puedan ver el canal disney: después de nueve meses en el vientre cuidándolo y formándolo, me niego a que le pudráis el cerebro, y menos pagando. ¿Sabes qué? En el metro, en el cercanías, en los buses, yo leo: ni de coña me gastaría un duro en ninguna de las miles de chorradas para el móvil que, no puedo entenderlo, son tan populares. El éxito del mal gusto no es tan patente en casi ningún otro campo. ¿El caldo de mi abuela? ¿Pero que dices? Sabe a fritos matutano pasados por agua. Antes chupo una pastilla de avecrem, vamos. No sé si tengo caspa, ni si el desodorante me es fiel a todas horas, pero os aseguro que la confianza en mí misma no depende de ello. Si alguien me dice que el dinero no da la felicidad, dudo mucho que se deba a que no sabe gastarlo, sino a que no le llega ni para escoger. No sé si de verdad será tan sensacional el nuevo Mimosín crema de almendra, sólo sé que los médicos desaconsejan usar suavizante porque cuantos más productos químicos, más posibilidades de que te salgan ronchones, alergias, etc. ¿Sabes lo que preocupa a los expertos de Oral-B? Lo mismo que al resto de los fabricantes de cepillos de dientes: ganar pasta. El mundo no-odor existe porque somos tan idiotas que nos hemos dejado convencer de que oler es repulsivo y anormal. ¿Una calentura? Oh, no, pero porque son molestas, dolorosas, pican..., no porque el tipo del ascensor vaya a poner mala cara, leñe. Queda muy espectacular, vale, pero si tuviese coche, lo último que querría es que bailase, corriese dando zancadas y, sobre todo, que patinase. Chica, hazme caso, que el vips se lo compre él, y tú búscate a uno que bese mejor y que sea capaz de comprarse el solito los medicamentos. ¡Imagina que se desatasca justo al caer y te llena entera de mocos! Tras esta Navidad, a lo mejor yo necesito un plan quince días de esos de Special-K, pero si esa chica pierde un gramo más vamos a tener que usar una lupa para verla...

Zirbêth, con empacho de tele.

sábado, enero 05, 2008

AGENTES CONTAMINANTES

En todos los ambientes uno se encuentra, por más que intente evitarlos o ignorarlos, agentes contaminantes. No me refiero a la asquerosa espumilla marrón en las playas, ni a la basura de los bosques. Me refiero a esas personas que, sistemáticamente, ensuncian con sus gestos y palabras el ambiente en cualquier actividad en grupo.

Hace años me fui de una lista de correo que frecuentaba y en la que quería estar porque acabé harta de esos agentes contaminantes. Aunque más tarde decidí darle una nueva oportunidad, la verdad es que esos mismos agentes contaminantes siguen ahí y hacen que leer la lista sea bastante desagradable hasta cuando la entrada original es inocua o incluso de buen rollo. No hablemos ya si se trata de algún tema polémico.

Me repatea el elitismo de pacotilla por el cual, porque alguien lleva más años en el grupo, habla en tono más erudito, supuestamente sabe más de literatura, historia, etc., se siente con derecho y autoridad para tratar con absoluto desprecio a algún contertulio de los que llamaré "caídos en desgracia". Es curioso como ser un poco bocazas, por ejemplo, parece dar derecho a esos agentes contaminantes a maltratar en la lista a base de insultos más o menos velados, agresividad sin disimulo y ninguneo masivo. Si la víctima osa defenderse, que se prepare: el ataque se hará más virulento y, encima, probablemente se tratará y conseguirá dejar de mala a la víctima.

La cosa llega a tal punto a veces que si para tratar de calmar una polémica que se está desmadrando alguien que no sea de esa élite de pacotilla envía un mensaje conciliador, es atacado y ninguneado, nuevamente, por los señoritos cortijeros del grupo. Mientras tanto, la gran mayoría del grupo prefiere ni abrir la boca: total, ¿para qué? ¿Para que te ataquen? ¿Para que pisoteen tu opinión? ¿Para darle a esos maleducados oportunidad de seguir machacándo a todo el mundo?

No sé. En mi caso, sencillamente esa gente ha ido manchando y denigrando algo que empezó siendo muy hermoso y mágico para mí, por lo que mi afecto al grupo ha ido disminuyendo poco a poco hasta llegar un punto en que casi no me importa nada lo que pase...

No, eso no es cierto. Si no, ¿por qué estaría yo escribiendo esto ahora? ¿Por qué me siento tan tentada a mandar un mail (acabo de hacerlo) a la lista planteando esta misma cuestión? Porque, aunque esté harta, me haya distanciado del grupo, etc., me sigue importando. Y me indigna.

Zirbêth.

viernes, enero 04, 2008

QUÉ SE ACABE YA

Llevo días de encierro en casa. Era el plan: aprovechar las vacaciones para terminar de recuperarme de la neumonía. Es posible que a mi cuerpo el encierro le esté sentando bien, pero a mi coco no. No dormía tanto desde... desde que estaba mal. Supongo que el cuerpo me pide dormir para recuperarse, pero los fantasmas pasean a sus anchas en mi memoria y me estoy agobiando mucho. No estoy haciendo lo que se suponía que quería hacer. No estoy haciendo nada, vamos. Me pasé Diablo II, sí, pero no estoy traduciendo. No me concentro ni en la lectura. Necesito volver al trabajo. Volver al trabajo, a la búsqueda de piso en Madrid, a ver a mis amigos... Seguro que esto no es más que un ataque de pánico, pero necesito que termine.

Zirbêth, ansiailla.